Capitán Phillips
Capitán
Phillips
(Captain
Phillips)
Elenco: Tom Hanks,
Barkhad Abdi, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed, Mahat M. Ali, Michael Chernus,
Corey Johnson, Max Martini, Chris Mulkey, Yul Vázquez, David Warshofsky
Género: Acción
Duración: 134 min.
Clasificación: B
Año: 2013
País: E.U.A.
Distribuidora: Sony
Pictures Entertainment
Estreno: 29 de
noviembre
Sinopsis:
Capitán Phillips es un examen desde diversas perspectivas
del secuestro del barco carguero estadounidense Maersk Alabama por una banda de
piratas somalíes ocurrido en 2009. Ésta es, a través del distintivo lente del
director Paul Greengrass, a la par una película de suspenso llena de emoción y
un complejo retrato de la miríada de efectos de la globalización. La cinta se
enfoca en la relación entre el comandante del Alabama, Capitán Richard Phillips
(Tom Hanks, dos veces ganador de un Premio de la Academia®) y el líder de los
piratas, Muse (Barkhad Abdi), que lo toma como rehén. Phillips y Muse entran en
un imparable curso de colisión cuando Muse y su flotilla asaltan la nave
desarmada de Phillips; en el callejón sin salida que se genera, a 145 millas de
la costa somalí, ambos hombres se encuentran a sí mismos a merced de fuerzas
más allá de su control.
Cartel
Galería de fotos
Foto: Jasin Boland © 2013 Columbia Pictures Industries, Inc. All Rights Reserved. |
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Tráiler
Breves
En Capitán Phillips, el director Paul Greengrass narra la
emotiva historia de los piratas somalíes que tomaron como rehén a un marino
estadounidense y a la vez expusieron la honda división económica subyacente que
pone en movimiento este suceso. La historia comienza en Vermont, donde el
Capitán Phillips se despide de su familia para comandar un barco carguero (en
parte lleno de ayuda alimenticia) que dará vuelta a la mitad del mundo; al
mismo tiempo en Somalia, Muse, antiguo pescador costero, planea atacar una de
las naves de alto valor que pasan frente a su litoral cada día. En el núcleo
del conflicto entre Phillips y los desesperados somalíes que lo capturan,
Greengrass revela el profundo abismo entre aquéllos que participan en los
lucrativos altibajos del comercio internacional y aquéllos que quedan fuera de
éste.
“En la última década hemos tenido excelentes películas que
analizan los temas de la seguridad nacional y el terrorismo, pero deseaba que
esta cinta abarcara un problema más amplio en nuestro mundo, el abismo entre
ricos y pobres”, dice Greengrass. “El conflicto entre Phillips, que forma parte
del flujo económico global, y los piratas que están excluidos de éste, me
pareció un tema fresco, novedoso y futurista. El punto más álgido entre
Phillips y Muse es un inquietante asedio en altamar, pero expresa las fuerzas
superiores que modelan el mundo de hoy”. Greengrass continúa, “Siempre sentí
que una historia se debe narrar de forma atractiva y emocionante, pero que
también provoque reflexión”.
Como antiguo creador de documentales, Greengrass siempre
se sintió atraído por las historias que profundizan debajo de la superficie en
los eventos contemporáneos, desde Bloody Sunday, sobre una masacre perpetrada
por el ejército británico en Irlanda del Norte, United 93, acerca del secuestro
de un avión ocurrido en 9/11 que fue frustrado por los pasajeros, hasta Green
Zone, que trata de la Guerra de Irak. Greengrass emergió como un director que
cambia el juego y es responsable de éxitos de alto octanaje y refrescante
realismo, como The Bourne Ultimatum y The Bourne Supremacy.
Estas dos fortalezas, el instinto investigador de Paul y
su maestría para crear suspenso, se fusionaron en Capitán Phillips. El enfoque
central de Greengrass fue su decisión de no contar la misma historia del éxito
de un rescate de rehenes que aparece siempre en los encabezados de las
noticias. “Cuando Paul se unió al proyecto era obvio que estaba comprometido en
reflejar los eventos en torno al secuestro del Alabama de una forma mucho más
sutil que lo informado por la prensa”, dice Michael De Luca, que produce la
película con Scott Rudin y Dana Brunetti; junto a Dana él ayudó a Columbia
Pictures para adquirir los derechos de la historia de Phillips. “Paul dejó
claro desde el principio que relataría la historia con la mayor autenticidad
posible”, añade. Y Greengrass explica: “Buscaba veracidad. Quería transmitir la
realidad y la inmediatez del evento tal como ocurrió. Esto significó
sumergirnos en investigaciones durante la etapa de pre-producción. Siempre creí
que desde el concepto, la filmación y hasta la post-producción de una película,
tienes que ganar el derecho de que el público ponga atención y nunca debes dar
eso por sentado”.
Greengrass quería que la película reflejara una imagen
integral del mundo del que provenían los piratas. “Como es natural el libro de
Phillips fue escrito desde su punto de vista; pero Paul buscaba relatar una
historia que fuera más allá de eso”, recuerda el guionista Billy Ray. El
coproductor Michael Bronner, colaborador de Greengrass durante mucho tiempo,
profundizó en la investigación de la piratería somalí y los imperativos
económicos que la impulsan. La escasez de peces en las aguas somalíes debido al
exceso de pesca industrial fue un factor que generó el crecimiento de la
economía pirata en la costa de Somalia, que dependía previamente de un comercio
saludable de pesca nacional. Bronner explica, “Somalia, diezmada por la guerra
civil desde que colapsó su dictadura militar en 1991, fue golpeada en la misma
época por el influjo de la pesca ilegal desde que la Unión Europea estableció
reglamentos más exigentes y lanzó a las flotillas hacia nuevas zonas pesqueras.
La piratería somalí empezó esencialmente como una reacción ante la excesiva
pesca extranjera; los antiguos pescadores podían secuestrar barcos y pedir un
rescate como fuente de ingresos. Cuando fue evidente que ésta era una actividad
rentable, también atrajo a los señores de la guerra, bajo cuyo poder la
piratería evolucionó en una empresa ordenada y transnacional. La piratería
somalí es una entidad criminal organizada ciertamente global en su estructura y
respaldada por financieros no sólo de África, también de Europa y Norteamérica.
Los chicos que envían en botes para atacar a los barcos cargueros, como Muse y
su tripulación, son sólo el extremo de una larga y compleja cadena de jugadores
que controlan este lucrativo ‘negocio’. Los jefes de los conglomerados piratas
viven con riqueza y ostentación en un país en el cual la pobreza es tan extrema
que los jóvenes, privados de otros prospectos, arriesgan todo para poder probar
esa clase de vida”.
Bronner completó su investigación sobre la piratería
somalí con estudios acerca de la industria naviera internacional; realizó
amplias entrevistas a los ejecutivos de Maersk y los miembros de la tripulación
real que estuvieron a bordo del Alabama durante la crisis para entender bien la
vida de los marinos, así como las leyes internacionales y los aspectos
económicos que rigen los barcos cargueros. El Maersk Alabama estaba desarmado
cuando fue atacado por los piratas (como todos los buques mercantes de la
época, conforme a los reglamentos mundiales). Los oficiales del barco revelaron
a Bronner que habían analizado, incluso en los días y las semanas anteriores al
secuestro del Alabama, formas de mitigar los riesgos que corrían las naves de
Maersk al navegar en aguas peligrosas. A la larga el ataque al Alabama
precipitó los cambios en la industria, pues Maersk y otras líneas pusieron a
bordo de sus barcos guardias armados (muchos de ellos ex Navy SEALs) para los
tramos más riesgosos de sus rutas.
Fuente: Sony Pictures Entertainment
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