TEATRO


  • “Luces púrpura para cielos perdidos”, La obra es un viaje a la esperanza de la compañía Astillero Teatro 
  • Es parte del proyecto Creación y Circuito de Títeres y Objetos de La Secretaría de Cultura, a través del Centro Nacional de las Artes y como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura. 
  • El sábado 23 dará función en el Centro Cultural Autogestivo 77

 

¿Qué conlleva un viaje a la esperanza? Esta es la premisa de la obra “Luces púrpuras para cielos perdidos” de Astillero Teatro, cuyos personajes Gota, Omo, Lumo, Pitaya y Peche se vuelven entrañables por mantener esa ensoñación de que siempre existe un lugar mejor en el cual poder estar.  

 

La obra está enmarcada en un campo de guerra que en sí mismo tiene muchos otros campos de guerra: El primero, es el choque entre fuerzas que van destruyendo ciudades, familias, casas, formas de vida, y los que están intrínsecos: el hambre, la soledad, el abandono, la explotación del ser humano, la mezquindad, el odio, el egoísmo y todas esas decadencias humanas que hacen de este mundo un lugar hostil. 

 

En este contexto, “Luces púrpura para cielos perdidos” narra cómo la abuela Gota es el eje de la memoria, y comparte con su nieto Lumo ese mundo mejor que se concretiza en la llamada montaña verde. Ese es el tema central: el viaje a la esperanza, a ese lugar donde las flores y los campos están llenos de colores, donde las aves cantan y la comida no falta. Un paraíso anhelado en medio de un tiempo oscuro. 

 

Pero a ese espacio soñado no llegará la abuela Gota, quien morirá a causa de la violencia de la guerra, es así que Lumo tendrá que buscar la forma de partir, pero en el trayecto tendrá que sortear el peligro que encarna la decadencia humana y lo más terrible que es la posible explotación laboral de un niño.      

 

Y es ahí en esa serie de riesgos donde surge la magia. No se trata de una serie de pensamientos mágicos para resolver las adversidades, sino de acciones fundamentales del ser humano que son baluartes para romper cualquier situación difícil: el compartir y apoyar. El niño Lumo recibe la solidaridad del perro Pitaya y de un muchacho huérfano llamado Omo, y juntos logran realizar cambios trascendentales y recuperar la esperanza.

 

*El proyecto Creación y Circuito de Títeres y Objetos incluye tanto a compañías que aplicaron a la convocatoria como a diversos espacios independientes que tendrán rotación de elencos, podrán activarse y generar ingresos tras la pandemia.

 

Presentaciones:  

 

Sábado 23 de octubre, 13:00 horas, Centro Cultural Autogestivo El77, Abraham González 77, Col. Juárez, del Cuauhtémoc, CDMX. 

 

Sinopsis: Lumo es un niño que vive en un contexto de guerra. Pese a lo burdo y absurdo donde reina la violencia y otras calamidades, su búsqueda por transitar a otros espacios –alentada por su abuela Gota- se caracteriza por la esperanza y por mostrar que la felicidad no se trata de grandes riquezas, lujos ni excentricidades, sino de tener la capacidad para ver que muchas veces está justo al otro lado de nuestros ojos. Así, emprende la búsqueda por llegar a la montaña verde, pero tendrá que sortear otros peligros como la posible pérdida de la libertad y explotación. Pero aún en este entorno, recibirá la solidaridad de Pitaya y Omo, quienes todavía no están contagiados por el egoísmo y la individualidad mal entendida.

 

Luces púrpuras para cielos perdidos 

Creación colectiva 

Elenco:  

María Teresa Adalid: Lumo 

Zohar Salgado: Omo, señorita Limantour y Gota 

Itzel Casas: Pitaya 

Daniel P Vázquez: Viejo 

Dramaturgia y Dirección: Oswaldo Valdovinos 

Producción: María Teresa Adalid 

Composición musical: Daniel P Vázquez 

Realización de pintura escénica: Itzel Casas 

Fotografía: María Teresa Adalid

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